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jueves, 3 de marzo de 2011

Catedral de Florencia



La Catedral de Santa María del Fiore en Florencia es la quinta Catedral más grande del mundo después de la de San Pedro (Vaticano), San Pablo (Londres), la Catedral de Sevilla y la Catedral de Milán. Una obra maestra del arte gótico y el primer Renacimiento italiano, que destaca por la hermosa cúpula de 114 metros de altura y 45 metros de diámetro.






La fachada que podemos ver en la actualidad es obra del siglo XIX. Una fachada neogótica en mármoles blancos, verdes y rosas, que forma una perfecta armonía con el resto de la catedral, el campanario y el baptisterio.














Las tres puertas de bronce se construyeron entre 1899 y 1903. Están adornadas con escenas de la Virgen. Los mosaicos que se encuentran encima de las puertas fueron diseñados por Niccoló Barabino, mientras que el frontispicio encima de la puerta central contiene un medio relieve de Tito Sarrocchi.

















La fachada está dedicada a la Madre de Cristo y las tres puertas de bronce están dedicadas a la vida de la Virgen. Los mosaicos de los tímpanos fueron diseñados por Niccoló Barabino. Por encima un relieve de Tito Sarrocchi. En la parte alta de la fachada una serie de nichos albergan a los doce Apóstoles, y en el centro, la Virgen con el Niño.















La cúpula fue originalmente de madera construida por Arnolfo di Cambio, pero fue Brunelleschi con la ayuda de Donatello y Nanni di Banco el que diseñó la cúpula en madera y ladrillo en un diseño octogonal de doble emparedado. La cúpula se eleva sobre un tambor octogonal que permitió su construcción desde la superficie, sin necesidad de andamios. Esta enorme construcción pesa 37.000 toneladas métricas y contiene más de cuatro millones de ladrillos, siendo en su momento la cúpula más grande del mundo y uno de los proyectos más espectaculares el Renacimiento.





Fijaos en la barandilla donde está la gente















Interior del templo








El gótico interior es sombrío y da una impresión de vacío. La relativa desnudez de la iglesia corresponde a la austeridad de la vida religiosa.




El interior está construido como una basílica, con una nave y dos pasillos divididos por unos anchos arcos angulares con columnas compuestas formando una cruz romana. Las enormes dimensiones de este templo son 153 metros de largo, mientras que de lado a lado en el transepto son 103 metros y se eleva hasta la cima de la cúpula a 115 metros.





La fachada del reloj tiene retratos al fresco de cuatro Profetas o Evangelistas pintados por Paolo Ucello. Este litúrgico reloj con una sola aguja muestra las veinticuatro horas de la hora itálica, horario usado hasta el siglo XVIII y uno de los pocos relojes de aquel tiempo que todavía existen y funcionan.










Pavimento coloreado en mármoles atribuido a Bacchio d'Agnolo y Francesco da Sangallo. Algunas piezas de mármol de la fachada fueron usadas, boca abajo, en el pavimento, como se pudo demostrar en la restauración de 1966 tras una inundación.





















Frescos con las estatuas ecuestres de Giovanni Acuto y Nicoló dea Tolentino





Interior de la cúpula






La cúpula del Duomo de Florencia es uno de los monumentos que desde su construcción, ha sido considerado como perfecto. La decoración del tambor de la galería, realizada por Bacciod d'Agnolo nunca fue acabada porque fue desaprobada por Miguel Angel. Los 3600 m2. de superficie de la cúpula fueron pintados por Giorgio Vasari, Federico Zucchero y Domenico Cresti.




Se puede acceder a la cúpula subiendo cientos de escalones para contemplar sus pinturas.
















El campanario, obra de Giotto, de 82 metros de altura














En las siguientes fotografías podemos ver el avance de las obras que se realizan en la cúpula, en las que se va añadiendo una arconada renacentista a la inacabada estructura a la altura del tambor. La primera fotografía la realicé hace algunos años y la siguiente hace una semana. Podemos observar como quedará la cúpula cuando esté finalizada.














Baptisterio de San Juan








Las bellísimas puertas del paraíso, en la puerta este del baptisterio, obra de Lorenzo Ghiberti en 1452. Desde 1990 se encuentran en el lugar una reproducción de las originales que están en el museo de la ópera del Duomo en unos contenedores llenos de nitrógeno para salvarlas del deterioro en el que se encontraban. Encima de las puertas, se encuentra un grupo de estatuas que representan el Bautismo de Cristo, obra de Andrea Sansovino. También son una copia y las originales se llevaron al mismo museo que las puertas.

























Vistas del campanario y de la cúpula desde laas calles de Florencia








Vista de la catedral desde la plaza de Michelangelo

lunes, 28 de febrero de 2011

Puerta de Alcalá (Madrid)



La Puerta de Alcalá es uno de los símbolos más característicos de Madrid y que recibe su nombre por encontrarse en el camino de la vecina Alcalá de Henares. Se encuentra en la Plaza de la Independencia, uno de los espacios más representativos de la ciudad, junto a la puerta principal del parque del Retiro, y muy cerca de otro de los símbolos, la fuente de la Cibeles. El proyecto es de Francesco Sabatini y fue mandada construir por Carlos III. Antes de describirla y para hacernos una idea, hagamos un breve recorrido por su historia.

Para saber la historia del pasado de la puerta, hay que hablar de su antecesora, ya que hubo otra Puerta de Alcalá anterior a la que conocemos actualmente. Se encontraba más cerca de Cibeles y fue construida en el siglo XVII para la entrada en Madrid de la reina Margarita de Austria, esposa de Felipe III. Estaba construída de ladrillo y se formaba por una arco grande y dos pequeños a ambos lados. Sobre el arco central, se superponía otra arcada que cobijaba una estatua de piedra de Nuestra Señora de las Mercedes, mientras que cada uno de los arcos laterales, estaba coronado por una estatua, de San Pedro Nolasco y de la Beata Mariana de Jesús, respectivamente. La puerta se derribó en 1764, tras la entrada en Madrid de Carlos III, al cual no le gustó nada y decidió levantar una nueva.











Aquí el arco central nos enseña una maravillosa vista de Madrid



Aquí el arco central nos muestra la mayor aberración que se haya podido cometer contra la Puerta








Para la nueva Puerta, se presentaron varios proyectos, entre los cuales existían varios de Ventura Rodríguez, pero Carlos III prefirió el proyecto de Sabatini. La puerta está construida de granito y piedra de Colmenar, dentro del estilo neoclásico, al que se le añadieron toques barrocos escultóricos. Es de un solo cuerpo con cinco puertas, siendo los tres centrales en forma de arco de medio punto y cuadrados los dos laterales. En su fachada exterior se adorna con diez columnas de granito sobre zócalo y capiteles semejantes a los que ideara Miguel Ángel para el Capitolio romano y que no llegaron a colocarse. La fachada interior se adorna con pilastras, excepto el arco central que está jalonado por dos columnas como en la fachada opuesta. Las tres claves de los arcos centrales se adornan con cabezas de leones y los dinteles de las dos puertas laterales se adornan con cornucopias cruzadas, obra del escultor Roberto Michel. Sobre el arco central se alza un ático o frontispicio semicircular, coronado en la fachada exterior por un gran escudo de armas de Carlos III que sostienen la Fama y el Genio, obra de Francisco Gutiérrez, al igual que los trofeos militares y las figuras de niños que decoran la parte superior del monumento en la cornisa.
Es curioso un dato que pocos conocen y que para todo el mundo pasa desapercibido ... Las dos caras de la Puerta de Alcalá, son distintas.








La fachada exterior, que es la que mira al este, presenta como hemos comentado columnas adosadas, mientras que la interior, la que mira al oeste, presenta pilastras, y en la parte superior figuran las cuatro virtudes cardinales: La Prudencia, Justicia, Templanza y Fortaleza, todo es obra al igual que las cornucopias, de Francisco Gutiérrez. En el vano, el ático central también es distinto por las dos cara, pero en los dos se encuentra la misma inscripción latina que dice: REGE CAROLO III. ANNO MDCCLXXVIII.










Esto se debe a que había dos proyectos, uno con columnas y otro con pilastras, así que se decidió fundir los dos acabados en uno. También decir que no se hizo la Puerta como un monumentos, sino como una auténtica Puerta de uso, ya que se inauguró existiendo la cerca que delimitaba la ciudad por el oeste y que siguió hasta finales del siglo XIX, existiendo en sus arcos las rejas que se cerraban al atardecer.
Además, en sus piedras existen huellas de la agitada historia del siglo XIX, como las cicatrices de los impactos de los cañones del general Bessières, cuando la expedición francesa de los Cien Mil Hijos de San Luis en apoyo del trono absolutista de Fernando VII en 1823.





Acompaño a mi sombra por la avenida,
mis pasos se pierden entre tanta gente,
busco una puerta, una salida
donde convivan pasado y presente...
De pronto me paro, alguien me observa,
levanto la vista y me encuentro con ella
y ahí está, ahí está, ahí está
viendo pasar el tiempo la Puerta de Alcalá.
Una mañana fría llegó Carlos III con aire insigne
se quitó el sombrero muy lentamente
bajó de su caballo con voz profunda
le dijo a su lacayo: ahí está la Puerta de Alcalá
ahí está, ahí está viendo pasar el tiempo
la Puerta de Alcalá

Lanceros con casaca, monarcas de otras tierras,
fanfarrones que llegan inventando la guerra,
milicias que resisten bajo el "no pasarán"
y el sueño eterno como viene se va
y ahí está, ahí está viendo pasar el tiempo
la Puerta de Alcalá.

Todos los tiranos se abrazan como hermanos,
exhibiendo a las gentes sus calvas indecentes,
manadas de mangantes, doscientos estudiantes
inician la revuelta son los años sesenta
ahí está, ahí está viendo pasar el tiempo
la Puerta de Alcalá

Un travestí perdido, un guardia pendenciero,
pelos colorados, chinchetas en los cueros,
rockeros insurgentes, modernos complacientes,
poetas y colgados, aires de libertad
ahí está, ahí está viendo pasar el tiempo
la Puerta de Alcalá

La miro de frente y me pierdo en sus ojos,
sus arcos me vigilan, su sombra me acompaña,
no intento esconderme, nadie la engaña,
toda la vida pasa por su mirada
Miralá, míralá, miralá, míralá,
la Puerta de Alcalá
Miralá, míralá, miralá, míralá,
la Puerta de Alcalá.


..........................................................................................................Ana Belén