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sábado, 12 de marzo de 2011

Catedral de Milán




El Duomo de Milán, es una construcción gótica que se empezó a construir en 1386 y duró casi hasta nuestros días. La catedral de Milán es algo insólito en el gótico italiano, ya que sigue la tradición arquitectónica de Bourges en Francia. El edificio tiene unas enormes dimensiones de 157 metros de largo. Tiene cinco naves con más de cuarenta pilares, un transepto, un coro y ábside. La nave central es muy alta con 45 metros de altura, solo superada por la incompleta nave central de Beauvais con 48 metros. Su interior puede albergar hasta 40.000 personas. La construcción es de ladrillo recubierto con mármol rosa y resalta el precioso bosque pétreo de pináculos y estatuas de su azotea. Destaca la aguja central sobre el cimborrio que en su punto más alto a 108 metros, aloja La Madonnina, obra en cobre dorado, de Carlo Pellicani y que fue puesta en 1774. Este mismo autor es el que finalizó la fachada del templo por orden de Napoleón.















































Pináculos

vista de los pináculos en los tejados






























Arbotantes









La visita a los tejados de la catedral ofrecen una preciosa vista de los arbotantes y contrafuertes


























La Madonnina, obra de Carlo Pellicani






Interior del templo





























Presbiterio






El presbiterio es una tardía obra maestra del renacimiento, compuesta por el coro, dos púlpitos realizados en cobre y bronce, y dos grandes órganos.
















Algunas obras de arte de la Catedral:



San Bartolome, obra de Marco da Agrate






















Vidrieras

















































Tumba de Gian Giacomo Medici di Marignano (Medeghino), obra de Leone Leoni





Candelabro Trivulzio, que se encuentra en dos piezas. La base es atribuida a Nicolás de Verdún, en el siglo XII. Los brazos son de mediados del siglo XVI.





Cuenca egipcia de pórfido













vistas de Milán desde los tejados de la catedral







domingo, 6 de marzo de 2011

Puerta del Sol (Toledo)



La Puerta del Sol en la ciudad de Toledo fue construida por los Caballeros Hospitalarios para dar acceso a la ciudad amurallada. En estilo mudéjar con influencia Nazarí, es una puerta de albarrana de carácter conmemorativo y fechada en el último cuarto de siglo del XIV. El arco de acceso es de herradura y está acogido por otro arco de herradura apuntado. Construida en piedra, sillería y mampostería, sus almenas están construidas en ladrillo, al igual que los frisos de la puerta y con arcos lobulados entrelazados. El nombre le viene del relieve que se encuentra entre los dos arcos, que contiene el emblema de la catedral que representa la imposición de la casulla a San Ildefonso bajo el sol y la luna.





Sobre los arcos, se encuentra una doble arquería de arcos apuntados ciegos en la inferior y lobulados en la superior. En el centro de los arcos ciegos se encuentra los restos de un sarcófago paleocristiano del siglo IV. La puerta está flanqueada por dos torreones almenados y con ventanas, uno semicircular y otro cuadrado.