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domingo, 16 de octubre de 2011

Colegiata de Santa Maria Assunta (San Gimignano)



La Colegiata de San Gimignano, antigua catedral, se encuentra en la plaza del Doumo en el pueblo de San Gimignano en la Toscana, Italia. Construida en el siglo XII, fue consagrada por el Papa Eugenio III en 1148. Fue modificada y ampliada por Giuliano da Maiano entre 1466 y 1468. Tiene una sencilla fachada que data de 1239 en la que se abren dos puertas de acceso y a la que precede una extensa escalinata.






El interior del templo tiene tres naves, siendo la central más alta que las laterales. El templo se aloja en una base románica del siglo XI y añadidos de siglos posteriores. Las bóvedas son góticas de crucería, mientras que los arcos que separan las naves y las columnas que los sustentan son románicos.














Lo que nos llamará la atención del interior son sus paredes, que están todas pintadas con frescos desde el suelo hasta el techo, de autores florentinos y sieneses. Destacan en la nave de la derecha los frescos sobre la vida de Cristo, del siglo XIV y uno de los mejores trabajos de la pintura gótica italiana, obra de Barna da Siena, que murió al caer del andamio en el que trabajaba.










Los demás frescos y esculturas fueron obra de Venoso Gozzoli, Jacopo della Quercia, Tadeo di Bartolo y Bartolo di Fredi. La Capilla de Santa Fina está construida en mármol blanco y alabastro por Giuliano Maiano y contiene frescos de Domenico Ghirlandaio. Las pinturas del luneto central de la contrafachada son de Memmo di Filipuccio.





















El gran fresco de San Sebastián, obra de Benozzo Gozzoli en 1465.


miércoles, 12 de octubre de 2011

San Gimignano



San Gimignano es un pequeño pueblo amurallado de origen medieval que se encuentra en las colinas de la Toscana, Italia. Lo que verdaderamente ha hecho famoso a este pueblo son sus torres, que vistas desde lejos parece que estuviéramos frente a un Nueva York medieval. Conserva 15 de las 72 torres que llegaron a existir en el pueblo.






El motivo de dichas torres era que las familias adineradas de la época competían entre sí con la erección de las torres. A mayor altura, más riqueza y más poder simbolizaban, a la vez que servían de hostales y fortalezas. El skyline de San Gimignano se puede ver a kilómetros de distancia, por lo que llegó a ser un punto de parada y descanso en el camino de peregrinación a Roma.














Este tipo de torres se construyeron mucho en los pueblos amurallados toscanos e incluso en las ciudades de Bolonia y Florencia, aunque la mayoría se vinieron abajo a causa de las guerras, catástrofes naturales o simplemente se derribaron por renovación urbana.






Decir que pasar un día en san Gimignano, es una auténtica maravilla. Su belleza medieval ocupará todos vuestros sentidos mientras que os podéis sentar en alguna terraza de alguna de sus plazas.























Aunque si vais a visitar el pueblo, hacedlo pronto, ya que está repleto de turistas y es muy difícil aparcar, además de aparcar en las afueras de sus murallas al estar prohibido el tránsito de vehículos particulares. Pero os aseguro que merecerá la pena. Una auténtica belleza dentro de la Toscana que nadie debería de dejar de visitar en un viaje a Italia.



















En la plaza del Duomo, se encuentra la Colegiata de Santa Maria Assunta, construida para ser catedral.