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miércoles, 2 de febrero de 2011

Real Colegiata de San Isidoro (León)



La Basílica de San Isidoro se encuentra en la ciudad de León. El edificio está asentado sobre los antiguos cimientos de un templo romano y más tarde el Monasterio dedicado a San Pelayo, titularidad que se cambió al trasladar desde Sevilla los restos del obispo San Isidoro a León.
El edificio conserva algunos vestigios románicos de la primera construcción en época de Fernando I y Sancha. El Panteón y las dos puertas de su fachada sur, llamadas Puerta del Cordero, Puerta del Perdón, son las primeras manifestaciones del arte románico en tierras leonesas. Con el transcurso del tiempo se hicieron modificaciones y añadidos góticos, renacentistas y barrocos.

parte superior o peineta de la Puerta del Cordero con escudo real y San Isidoro a caballo, obra del siglo XVIII. En la parte inferior se encuentra la portada más antigua del románico en León.







La Torre del Gallo está situada a los pies de la iglesia. Es de planta cuadrada y forma parte de la muralla romana y tiene un chapitel con pizarra moderno y una veleta que es el famoso gallo símbolo de la ciudad de León. Cuando se hizo una profunda restauración de la torre recientemente, se desmontó la veleta para su limpieza, pero al comprobarse la sorprendente de la pieza, se reservó para estudiarlo bien a fondo por arqueólogos, palinólogos, entomólogos y paleógrafos. No se conoce su historia ni el porqué ni cuando llegó a la torre. En la actualidad se ha instalado una copia.







El interior de la nave sorprende por la inmensa luz que penetra por los numerosos ventanales




El retablo de mazonería aún gótica procede de la parroquia de Pozuelo de la Orden, en la provincia de Valladolid y fue trasladado a San Isidoro en 1920. Labrado entre 1520 y 1530, este retablo contó con la participación en las labores de talla y ensamblado de un maestro llamado Giralte, quiá Giralte de Bruselas, y consta de 24 tablas de pintura obra de Lorenzo de Ávila, seguidor de Juan de Borgoña, Antonio Vázquez y Andrés de Melgar, oficial de Alonso Berruguete. Contiene el retablo una custodia de plata del artista, M. García Crespo, y debajo de ella, se encuentra la urna neoclásica que conserva los restos de San Isidoro, obra realizada por el platero leonés Antonio Rebollo en 1847.







La Capilla Mayor es del siglo XVI y su arquitectura se atribuye a Juan de Badajoz el Viejo, obra que data de 1513 y sustituye a la antigua capilla románica de la infanta Urraca por la actual gótica. La capilla está cubierta por bóveda de crucería con teceletes.










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